Tema 21: La acción individual: El perfil de los actores y las formas de intervención.
1-La diversidad de la acción política.
No sólo los políticos “hacen política”, otro miembros de la comunidad intervienen en ella. Estas intervenciones adoptan formas múltiples y cambiantes y son protagonizadas por una diversidad de sujetos.
-Entendemos por acción política la conducta individual o de grupo que incide en el proceso de gestión de los conflictos sociales. En cada uno de estos momentos se dan oportunidades de intervención de diverso tipo (una discusión entre vecinos sobre la acción municipal del barrio, una manifestación en la calle, etc.)
-La acción política ocupa sólo una pequeña parcela en la atención y el tiempo de los ciudadanos, la política debe competir con otras muchas ocupaciones de la vida cotidiana.
La acción política es una acción intermitente. Salvo para aquellos que hacen de la política una profesión.
-La mayor parte de la acción política suele estar concentrada en unos pocos sujetos.
2-Intensidad y especialización en la acción política.
Cada sujeto acomete su actividad política con intensidad muy diferente, con un cierto grado de especialización. Distinguimos tres grandes categorías de ciudadanos:
-Apáticos: Totalmente indiferentes a la política y a sus manifestaciones.
-Espectadores: Manifiestan un interés intermitente e irregular por la política, que contemplan como algo distante.
-Gladiadores: Quienes sitúan la política como una de sus preocupaciones principales.
También se han podido distinguir hasta siete tipos de “especialistas”, entre los cuales figuran:
-Inactivos: No intervienen.
-Votantes: Limitan su actividad política a emitir su voto.
-Comunicadores: Les interesa principalmente informarse, debatir y criticar en materia política.
-Activistas locales: Participan en iniciativas socio-políticas.
-Voluntarios sociales: Dedicados a iniciativas que desbordan el ámbito local con objetivos de alcance general.
-Militantes: Participan de modo regular en las actividades de organizaciones estables.
-Activistas locales: La actividad política representa el centro de sus preocupaciones y recurren, por tanto, a gran número de formas de intervención.
Se puede realizar un tercera distinción: la que se da entre aquellos que hacen de la política su ocupación profesional y los restantes miembros de la comunidad. Entre los primeros son los “políticos” o la “clase política”, aspiran a ejercer responsabilidades institucionales. Los demás miembros de la comunidad, para los que la política es una ocupación que ha de ser compatible con una actividad laboral principal.
La acción política está condicionada por las oportunidades que el propio sistema político ofrece para la participación.
3-Los rasgos del actor político.
No todos los ciudadanos hacen el mismo uso de las oportunidades que se les presentan. Existen una serie de características que sirven para redecir si el sujeto incorpora una actitud inclinada a desarrollar la acción política o a prescindir de ella.
-La edad: En las diferentes etapas de su ciclo vital,un individuo siente un grado diferente de responsabilidades respecto de su propia existencia y de la de quienes le rodean, ello le lleva también a distintas intensidades de implicación política. Trayectoria político-vital.
-El género: La marginación tradicional de la mujer respecto del mundo educativo, laboral y social no eran incentivos para la participación de la mujer, en las últimas décadas se ha alterado significativamente esta situación.
-El nivel de instrucción: se está convirtiendo en el indicador más potente para explicar y predecir el grado de actividad política de los ciudadanos.
-La posición en el ámbito social y profesional: es también un factor asociado a las diferencias de actividad política.
Algunos factores mencionados se solapan y refuerzan la posición personal en la esfera política se revela como un reflejo de la posición de cada uno en el ámbito social y de la percepción que tiene de sus expectativas de modificarla.
Pero los rasgos o factores personales que hemos apuntado se combinan también con la influencia de otras variables, vinculadas a otras experiencias de cada individuo.
La participación en actividades colectivas de carácter no-político es también un buen predictor de intervención política. Cuanto más intensa es esta definición ideológica mayor inclinación a la acción política, mayor militancia de los grupos situados en los extremos de las escalas ideológicas.
4-Las distintas formas de hacer política.
Hay una gama extensa de acciones que pueden calificarse como políticas, porque se insertan en el proceso que regula los conflictos de una comunidad. ¿Como puede ordenarse esta variedad de acciones?
-Los ciudadanos pueden intervenir en política individualmente o en grupo. Cuando tratamos de acciones políticas, no estamos discutiendo sobre una conducta motivada por un criterio moral individual: estamos tratando del ámbito de lo público, del terreno de la interacción social y de la participación comunitaria en la formulación del interés colectivo. Toda acción política desemboca siempre en un movimiento colectivo, por minoritario que sea.
-La acción política puede ejercerse de forma espontánea y esporádica, sin necesidad de establecer ningún acuerdo ni estrategia previa con otros actores. La decisión personal de enviar una carta a un periódico apoyando o criticando la actuación de un alcalde. O la de pintar un graffiti en un muro.
La acción política puede ajustarse a formas convencionales o a formas no-convencionales. Suele calificarse como convencional una acción política aceptada por la comunidad, mientras que una forma no-convencional son rechazadas o mal vistas por la comunidad. Son modos de hacer política que entran en conflicto con algunos valores dominantes y que, por esta razón, encajan difícilmente entre las formas legales reconocidas.
5-El voto como acción política.
La ciencia política contemporánea ha prestado mucha atención al comportamiento electoral, en el acto electoral se encuentra la fuente que legitima el poder político. La conducta electoral es la más asequible a la observación y al estudio: es una conducta pública, organizada, simultánea, cualificada, etc. de la que se disponen muchos datos en comparación con otras conductas relacionadas con la política.
La intervención en el proceso electoral puede adoptar formas diversas (asistir a mítines de los candidatos, prestar ayuda como voluntario, etc.) La acción electoral principal es la emisión del voto y a ella se han dedicado la mayoría de los estudios. Votar o abstenerse es la primera opción que las elecciones plantean.
Cuando un ciudadano ha decidido votar, ¿como orienta su preferencia electoral y qué motivos le impulsan a inclinarse por una opción en lugar de otra? Los votos acaban orientándose únicamente hacia dos grandes partidos o coaliciones. Los factores que influyen en la decisión del elector varían según el contexto en que la elección se produce. Hay que señalar las variaciones que presenta la trayectoria electoral de cada sujeto.
El voto como conducta política contiene una decisión individual. Pero la suma de estas decisiones individuales se convierte en un hecho político colectivo. Estas funciones se han sintetizado en tres afirmaciones: producir gobierno, producir representación y producir legitimidad.
El proceso electoral permite seleccionar a quienes han de ocupar puestos de autoridad en las instituciones, el voto contiene una delegación o representación para expresar determinadas aspiraciones o demandas, que los electores quieren ver satisfechas gracias a la acción de las instituciones, la decisión electoral encierra un componente simbólico de primer orden. Se convierte en un acto de identificación con colectivos con los que el votante se siente asociado de forma mas o menos directa.
6-Las formas no-convencionales de la acción política.
Pueden ser conductas de muy diversa índole, que van desde actos de resistencia pacífica hasta la destrucción de bienes por medio de la acción violenta, pasando por la negativa de cumplir obligaciones legales. El grado de aceptación que estas actividades reciben por parte de la opinión general oscila según los casos y según los países.
7-Entre lo convencional y lo no-convencional.
Lo que separa a las formas convencionales de las no-convencionales es una valoración social que varía con el tiempo. Un buen ejemplo de ellos son las huelgas o la aceptación de la objeción de conciencia al servicio militar obligatorio en este último cuarto de siglo.
¿Qué lleva a un sujeto a la adopción de formas no-convencionales de acción política? Esta relacionado con la valoración que cada sujeto hace del sistema político en su conjunto. La participación no-convencional estaría asociada a la insatisfacción y al rechazo al sistema, abarcando desde una voluntad reformadora hasta una pretensión rupturista y revolucionaría.
Se ha observado, en consecuencia, una progresiva extensión de la conducta dual por parte de personas que combinan sin dificultades la participación convencional y la no-convencional.
La comprobación de que existe una disposición creciente a utilizar ambas formas de intervención política ha permitido elaborar otra manera de catalogar a los actores, se combinan los objetivos del actor político y las formas a las que recurre. Podemos distinguir cinco tipo de ciudadanos:
-Inactivos: Sujetos que se abstienen de toda acción política.
-Conformistas: Individuos únicamente activos en formas convencionales.
-Reformistas: Recurren a un repertorio de actuaciones más amplio.
-Activistas: Emplean una u otra forma de acción según les convenga.
-Contestatarios: Utilizan las formas no-convencionales.
Los grupos más numerosos son los inactivos y los conformistas.
8-¿Aumenta o disminuye la actividad política de los ciudadanos?
La ciudadanía tiene menos confianza en las instituciones y sus dirigentes, se aleja de ambos y deja de participar en la política. A lo largo de la historia se suceden estrategias de politización y de despolitización de determinadas cuestiones, en cada momento surgen nuevos ámbitos y nuevos actores políticos. Se ha incrementado el acceso a la información política, existe también una mayor capacidad para procesar esta información, en los países desarrollados ha crecido la atención e los valores postmaterialistas, más relacionado con el afán de expresión de la identidad personal y del grupo que con las necesidades básicas de seguridad o de conservación. La ciudadanía se ha hecho más selectiva en su atención a los asuntos políticos y en las formas de intervenir en ellos. Se ha registrado un aumento de la implicación ciudadana en la política, la participación convencional y la no-convencional se dosifican de manera peculiar. Este incremento de la acción no-convencional ha sido magnificado por los medios audiovisuales.
El resultado final de todo ello es una situación en la que se combinan formas convencionales con formas no-convencionales, lo que aparece como el descenso en la actividad política no sería mas que el reflejo de un cambio más profundo en el mismo modo de concebir el espacio de la política y las formas que los ciudadanos tienen de ubicarse en el mismo.
En las sociedades en vías de desarrollo se ha registrado un cierto avance en la implantación de sistemas políticos más abiertos a la participación ciudadana.
Así pues, la respuesta a la pregunta inicial (¿aumenta o disminuye la actividad política?) ha de ser matizada. Las formas convencionales de participación aumentan en sociedades que nunca las han conocido hasta fecha muy reciente. También se mantienen allí donde se implantaron a partir del SXIX, combinadas ahora con la expansión de formas no-convencionales. Puede afirmase que no hay menos actividad política, sino una actividad política distinta de la que ha sido predominante hasta hace pocas décadas.
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